Al hablar hoy de producciones y actores andaluces, me viene a la mente el que, a sus 54 años, posiblemente sea uno de nuestros embajadores más notables y prolíficos; me refiero, como no, al sevillano Francisco Martínez "Paco" Tous.
Especialmente comprometido con su origen andaluz y orgulloso de su acento, su imagen y obra no podrían estar más presentes en la actualidad televisiva; hasta no hace mucho por su interpretación en la popular serie La Casa de Papel, y más recientemente en la macro producción andaluza La Peste; una ambiciosa serie de televisión que bien merece una entrada a parte.
El actor, nacido en Sevilla un 10 de febrero de 1964, pasó la mayor parte de su infancia, así como su adolescencia, en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María. Volvió a su ciudad natal para formarse en el Instituto de Teatro de Sevilla y realizar sus primeros trabajos, quedando desde sus inicios muy vinculado al mundo del teatro. De hecho, terminaría siendo miembro fundador de Los Ulen, una de las compañías de teatro andaluzas más prestigiosas, surgida a finales de los años 80 en torno a la figura del alemán Friedhelm Grübe, maestro de la técnica "Clown" (en la cual se formó).
No tardaría en dar el salto a la televisión, dándose a conocer para muchos por su papel en la serie Los hombres de Paco. Fama que le valió parar abrirse hueco en el cine, participando en películas como Solas (1999), 15 días contigo (2005) y Alatriste (2006); aunque no sería hasta 2011 que obtendría un papel protagonista encarnando al golpista Antonio Tejero en 23-F: la película.
Hasta la fecha, ha participado en unas quince películas, cuatro cortometrajes y catorce series (en tres de las cuales de forma extendida); y como señalábamos al principio de esta entrada, ha captado especial atención con sus dos últimos papeles: Moscú en La Casa de Papel (2017) y el administrador de Teresa en La Peste (2018).
Ha sido a raíz de esta última y titánica producción, criticada por su uso de la lengua andaluza —una queja absurda, más cuando la serie se desarrolla en la Sevilla del siglo XVI—, que el actor se ha pronunciado en más de una ocasión para defenderla.
El actor, durante su distinción con una de las Medallas de Andalucía en su edición de 2018, el pasado 22 de febrero, nos recordó que...
"Hablar andaluz no es hablar mal"
Especialmente comprometido con su origen andaluz y orgulloso de su acento, su imagen y obra no podrían estar más presentes en la actualidad televisiva; hasta no hace mucho por su interpretación en la popular serie La Casa de Papel, y más recientemente en la macro producción andaluza La Peste; una ambiciosa serie de televisión que bien merece una entrada a parte.
El actor, nacido en Sevilla un 10 de febrero de 1964, pasó la mayor parte de su infancia, así como su adolescencia, en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María. Volvió a su ciudad natal para formarse en el Instituto de Teatro de Sevilla y realizar sus primeros trabajos, quedando desde sus inicios muy vinculado al mundo del teatro. De hecho, terminaría siendo miembro fundador de Los Ulen, una de las compañías de teatro andaluzas más prestigiosas, surgida a finales de los años 80 en torno a la figura del alemán Friedhelm Grübe, maestro de la técnica "Clown" (en la cual se formó).
No tardaría en dar el salto a la televisión, dándose a conocer para muchos por su papel en la serie Los hombres de Paco. Fama que le valió parar abrirse hueco en el cine, participando en películas como Solas (1999), 15 días contigo (2005) y Alatriste (2006); aunque no sería hasta 2011 que obtendría un papel protagonista encarnando al golpista Antonio Tejero en 23-F: la película.
Ha sido a raíz de esta última y titánica producción, criticada por su uso de la lengua andaluza —una queja absurda, más cuando la serie se desarrolla en la Sevilla del siglo XVI—, que el actor se ha pronunciado en más de una ocasión para defenderla.
El actor, durante su distinción con una de las Medallas de Andalucía en su edición de 2018, el pasado 22 de febrero, nos recordó que...
"Hablar andaluz no es hablar mal"
Una reflexión sobre el Cine Experimental
El cine experimental implica, como su propio nombre indica, una ruptura con las formas cinematográficas clásicas al experimentar con los recursos a nuestro alcance, con el tiempo, la fotografía, la narrativa, etc. Implica buscar nuevas formas de comunicar, de transmitir historias.
Así pues, preguntado por qué me ha parecido el tema del "Cine Experimental" tras tratar la materia en segundo de Cultura Audiovisual, mi respuesta es que lo contemplo como un medio para adquirir un conocimiento más profundo de los recursos cinematográficos, para descubrir nuevas formas de plasmar realidades de formas diferentes y, por tanto, de evolucionar al adquirir una mayor comprensión del medio.
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