sábado, 28 de abril de 2018

Comparativa de Portadas: Cifuentes Dimite



Para esta tarea he escogido las portadas correspondientes al pasado 26 de abril de los diarios El PaísEl Mundo y La Razón (centro-izquierda, centro-derecha y derecha conservadora, respectivamente), cuya noticia en común es la dimisión de Cristina Cifuentes. A través de esta y de los medios citados, pondremos de manifiesto como las ideologías políticas determinan el tratamiento que se da a la información para adecuar el mensaje a sus respectivas posiciones.

Para empezar, con un vistazo rápido ya podemos notar una diferencia más que evidente entre los tres objetos de comparativa; antes de que nuestro cerebro interprete la retórica de los títulos, antetítulos y subtítulos, antes de comprender cualquier texto, las imágenes habrán cumplido su cometido; más allá de su posición, disposición y tamaño (este último es prácticamente el mismo en los tres casos), lo significativo, lo realmente significativo, es el contenido de los distintos fotogramas extraídos de una misma escena (aspecto en el cual profundizaremos a continuación).


ANÁLISIS DE PORTADAS


El País

La noticia principal en esta es que El fin de Cifuentes deja un PP desprestigiado y a la deriva, y subtitula La presidenta de Madrid, arrinconada por las mentiras sobre su falso máster, renuncia tras la filtración de un vídeo que revela un oscuro caso de hurto.

Como podemos observar en el titular, expresiones tan implacables como “el fin de Cifuentes”, “desprestigiado” y “a la deriva” no dejan lugar a concesiones; son palabras con una connotación bastante negativa, que vienen a transmitir dos mensajes: Cifuentes está acabada y el partido ha quedado notablemente tocado.

El subtitulo resulta igualmente duro para el personaje en cuestión, al emplear expresiones tales como “arrinconada”, “mentiras”, “falso máster” y “oscuro caso de hurto”.

En cuanto a la fotografía que encabeza la noticia, en esta observamos a una Cristina Cifuentes cuyo lenguaje corporal y expresión facial denotan resignación ante una derrota anunciada —es un “hasta aquí hemos llegado—; desde luego no presenta esa inclinación al victimismo que veremos en las portadas de El Mundo y La Razón, por no hablar de que se intuye cierto “sarcasmo” en la elección del fotograma.

En lo que respecta al pie de foto (Cristina Cifuentes, en su comparecencia en la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la que anunció su dimisión), este se limita a describir el hecho que se observa en la imagen; aunque con cierta rotundidad si lo comparamos con el resto de portadas, pues en este se habla de “dimisión” a secas (sin eufemismos ni “puertas abiertas”).

Para terminar con esta portada, habréis notado que al principio de este artículo he entrecomillado "centro-izquierda" al referirme a su ideología; la razón es que, durante los últimos años, se ha puesto en duda su posición debido su acercamiento a la derecha; no obstante, en este caso responde a un enfoque más propio de la izquierda.



El Mundo

En este la noticia principal es que Un vídeo humillante guardado desde 2011 remata a Cifuentes y subtitula en columnas, a modo de sumario y ocupando la totalidad horizontal de la cuadricula, cuatro de las ideas principales o destacadas que encontramos en las páginas interiores dedicadas a la noticia. Debajo de estas, encontramos la foto de portada, la cual analizaremos más adelante.

Se observa un tratamiento dirigido hacia el victimismo; empezando por el titular, que se refiere al vídeo de la vergüenza como “humillante”, nos recuerda que este había sido guardado desde 2011, y concluye con la expresión “remata a Cifuentes”.

En los destacados que siguen en forma de subtitulo afirman que esta dimite tras “sufrir” —atentos al significado de la palabra, a su connotación— un “ataque personal” (estas dos últimas palabras citando a la ex-lider madrileña).

Debajo de estos se encuentra la fotografía de portada, cuyo lenguaje visual articula un mensaje de derrota y abatimiento; nos enseñan a una Cifuentes cabizbaja, aparentemente compungida, que se retira (la escena busca cierto dramatismo al mostrarla de espaldas mientras se retira).




La Razón

En esta la noticia principal es que Cifuentes dimite. El titular es escueto, concreto y objetivo, pero solo en apariencia; la carga ideológica recae sobre la cita que compone el antetítulo (“He sido sometida a una campaña de acoso. Fue un error involuntario” —busca despertar empatía—), así como en el mensaje que transmite la fotografía al mostrar el abatimiento en la expresión de su rostro, mientras cierra, se cierra, las puertas. Tampoco podemos obviar el hecho de se aproveche para señalar al dirigente de Ciudadanos como participe culpable, al afirmar en una de las tres columnas de destacados que funcionan como subtítulos de la noticia que “Rivera se cobra otra cabeza”.


Resumiendo

Observamos pues la misma noticia desde el tratamiento particular de cada publicación: El fin de Cifuentes deja un PP desprestigiado y a la deriva (El País); Un vídeo humillante guardado desde 2011 remata a Cifuentes (El Mundo); y Cifuentes dimite (La Razón).

Como bien es sabido, el diario La Razón es declaradamente de derechas, y concretamente afín al Partido Popular (más aún cuando el director del mismo no es otro que Francisco Marhuenda, antiguo colaborador de Mariano Rajoy). Así pues, no es de extrañar el enfoque victimista que se da a la dimisión de Cristina Cifuentes (“la heroína perdida” según reza en la editorial), con ataque incluido al principal rival del Partido Popular dentro de la propia derecha.

En cuanto al diario El Mundo, este va en la misma línea que La Razón, pero con un enfoque menos empático; haciendo gala de un tratamiento más vehemente y con palabras más gruesas, al tiempo que señala en palabras de la propia Cifuentes que se trata de un "ataque personal".

Por último y en la posición contraria a los diarios anteriores, El País parece retomar la senda de la izquierda al dejarse de tibiezas para criticar tanto a Cifuentes como al partido que la ha protegido; si los otros medios usaban la retórica para "victimizar" al personaje en cuestión y/o cargar contra los que han propiciado su dimisión, el medio que nos ocupa se vale de la misma para mandar el mensaje contrario. La editorial sentencia “Cifuentes, tarde y mal”.


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