"Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas... en la lluvia", sentenciaba un colosal Rutger Hauer en su antagónico papel como el replicante Roy Batty, en la cinta Blade Runner. Lágrimas bajo la lluvia que tomaron forma verbal, física y musical; formas cuya interrelación analizaré a continuación, poniendo especial énfasis en la tercera.
Al soberbio monólogo interpretado por Rutger Hauer (doblado por el gran Constantino Romero para la versión española), se suma la escenografía y la excelente fotografía sobre la que se apoya el dramatismo de la interpretación y de la escena en su conjunto, con un espectacular y evocador acompañamiento musical compuesto por Vangelis.
El tema, que "casualmente" se titula "Tears in Rain" (el compositor Vangelis fue el encargado de la banda sonora), parece imbuir las palabras de Hauer con una dimensión de trascendencia, acompañándolo en un momento de dramático y nostálgico ensimismamiento; las notas evocan, en conjunto con la letra interpretada por el actor y el lenguaje visual de la escena, un viaje por lejanos recuerdos de indescriptible belleza y magnitud; paisajes en la memoria, que se pierden con las últimas lágrimas de su dueño bajo la lluvia.
El tema cumple una función ambiental en una inesperada "calma" (precedida de acción), donde la lluvia parece marcar las notas que sirven de fondo; las mismas que se tornan en un acompañamiento para el monólogo, al tiempo que intensifican la dramatización de la escena, resultando en las evocaciones tratadas en el párrafo anterior. Por si fuera poco, la música también cumple una función emocional al perfilar aspectos del personaje, haciéndolo más "humano"; nuestra percepción del mismo cambia, sentimos su nostalgia, su profundidad, hasta el punto de empatizar con él.
Así pues, el tema musical se adecua a la situación cambiando su función o aplicándola "por capas"; contemplando todas esas dimensiones, y sosteniéndolas de forma magistral. Vangelis hizo un trabajo espectacular con esta música extradiegética que, si bien es ajena al universo de los personajes dada su naturaleza, se funde con la escena y con la interpretación de Hauer.
Vangelis se sirvió de sus sintetizadores para crear sonidos etéreos, infundiendo alma a un "sintético".
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